Rehabilitación de fachadas en O Seixo
En las obras de rehabilitación se sabe cuando y como se empieza, pero no se sabe cuando y como se acaba. Este trabajo que desarrollamos en O Seixo presentaba dos cuestiones a abordar. Por un lado el pintado de las fachadas y por otro el saneado de las carpinterías. Ya en la fase de poder establecer unos presupuestos, hacemos las primeras catas para ver el estado de la edificación. Llegamos a la conclusión de que las maderas se hayaban afectadas por termitas y otros xilófagos, y que la impresión inicial del estado de conservación era muy laxa. La realidad invitaba a catalogar cada elemento por separado y hacer un diagnóstico para poder acometer la obra sin que se desmadrase economicamente. Este tipo de intervenciones son inviables sin contar con los profesionales adecuados, en este caso el carpintero que cogió el toro por los cuernos fue Alberto Carbonell, un crack.
Teniendo en cuenta que la premisa era la de conservar todo lo original que estuviese sano, nos obligó a un trabajo de cirujía muy minucioso. Una vez hecha una ficha de cada elemento con sus patologías y con las medidas a adoptar para su recuperación, se procedió a la valoración económica de cada uno. La primera fase de trabajo en las carpinterías consistió en eliminar las partes dañadas e injertar con maderas lo más parecidas a las originales. De esta forma evitamos comportamientos de dilataciones diferentes que desajusten el conjunto.
Por lo que respecta al pintado de la fachada, se procedió al lavado con agua a presión, para a continuación reparar grietas y paramentos. Una vez que tenemos el soporte en condiciones de dar el acabado final, se aplica la imprimación que garantice la adherencia de la pintura y luego se pinta el número de manos que así se estimen oportunas.
A continuación se puede ver un elemento de ventana en su estado original y como quedó una vez recuperado. La forja se reparó y se pintó de nuevo, y se eliminó el elemento de madera que servía de remate porqué es el principal problema que genera el deterioro de las barandillas de forja. Retienen la humedad que se transmite al hierro acelerando el proceso de oxidación. La oxidación en la barra superior de las barandillas de forja provoca el aumento de volumen del elemento y esto acaba reventando los muros a donde van fijados.
En la fachada posterior, nos encontramos con un problema de humedad acentuado. El muro trasero estaba totalmente empapado hasta una altura de un metro aproximadamente. El problema viene del subsuelo, ya que la parcela donde se ubica la edificación se encuentra a pocos metros del rio. Que medidas adoptamos para suavizar este problema? pues algo que no es santo de mi devoción y fué descubrir la piedra de la mampostería para facilitar la transpiración y el secado de la misma. A día de hoy podemos decir que está funcionando.
En las siguientes imágenes mostramos como se encontraban las maderas antes de su rehabilitación. Que duda cabe que dentro del proceso de rehabilitación, se contó con los servicios de una empresa de tratamiento de plagas, que procedió a intervenir en todos los elementos mediante la inyección de productos antixilófagos que eviten el deterioro de las carpinterías una vez quedasen rehabilitadas.
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